jueves, 31 de enero de 2008

EL TRABAJO



Trabajo (Definición etimológica) : Del latín tripalium. Instrumento de tortura. Desde aquí se considera que el trabajo es un mal, un castigo.

El origen etimológico de la palabra trabajo es incierto, diversos autores señalan que proviene del latín trabs, trabis, que significa traba, pues según se ha considerado por algunos, el trabajo representa un obstáculo o reto para los individuos pues siempre lleva implícito un esfuerzo determinado. Otros autores ubican la raíz en la palabra laborare o labrare que quiere decir labrar, término relativo a la labranza de la tierra. Otros mas señalan que la palabra trabajo, proviene del griego thilbo, que es un concepto que denota una acción de apretar, oprimir o afligir.[1]
Teniendo en cuenta la acepción que el Diccionario de la Real Academia Española otorga al término trabajo como “esfuerzo humano aplicado a la producción de riqueza”, puede decirse que el trabajo es el resultado de la actividad humana que tiene por objeto crear satisfactores y que hace necesaria la intervención del Estado para regular su vinculación y funcionamiento con los demás factores de la producción.[2]
Señalado el alcance genérico del término, es preciso tener en cuenta que existen, además, las vertientes económica y la jurídica de ese concepto.
Si atendemos la primera de ellas nos encontramos que el trabajo es concebido como un factor de la producción representado por la actividad humana aplicado a la producción de bienes y servicios, y cuya retribución se denomina salario.[3] Por otra parte, el trabajo consiste en el “ejercicio de nuestras facultades aplicado a la consecución de algún fin racional y es condición precisa del desarrollo y progreso humanos en todas las esferas. No es, por tanto, todo trabajo un trabajo de carácter económico, sino únicamente aquel que se propone la satisfacción de las necesidades de este orden” 4

La palabra trabajo viene de trabajar y esta del latín tripaliare, tripaliare viene del latín tripalium (3 palos) Tripalium era el yugo hecho con 3 palos en los cuales amarraban a los esclavos para azotarlos. Cuando se inventó esta palabra la mayoría de la población trabajaba en el campo haciendo un esfuerzo físico, lo cual los hacía sentir como si hubiesen sido apaleados. La relación de trabajo dolor también se refleja en la palabra labor (del latín) la cuál en inglés significa trabajar, y también cuando una mujer está a punto de parto que parece ser la experiencia más dolorosa del mundo.
[Citar como] Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, "Definición", en Trabajo [Actualización: 1 de marzo de 2006], en www.diputados.gob.mx/cesop/

[1] Diccionario Jurídico sobre Seguridad Social, Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, México, 1994.
[2] Diccionario de la Real Academia Española, Dirección Electrónica: http://diccionario.terra.com.pe/cgi-bin/b.pl (diciembre, 2005)
[3] Diccionario de Administración y Finanzas, Editorial Océano, España, 1983.
[4] José Piernas Hurtado, Vocabulario de Economía Política, Enciclopedia y Biblioteca Multimedia Virtual en Internet de Economía Universidad de Málaga, España, Dirección Electrónica: http://www.eumed.net/cursecon/dic/jph/T.htm, (diciembre, 2005)
[5] Carlos Sabino, Diccionario de Economía y Finanzas, Enciclopedia y Biblioteca Multimedia Virtual en Internet de Economía, Universidad de Málaga, España, Dirección Electrónica: http://www.eumed.net/cursecon/dic/index.htm (diciembre, 2005)
[6] Ley Federal del Trabajo


EN ROMA
El tripalium era un instrumento de tortura con el que se castigaba a los esclavos que no querían someterse. Pero aún no siendo castigados por el terrible aparato, la vida de los esclavos era una tortura y así, tripaliare acabó por significar lo que en latín clásico era laborare, o sea trabajar.

El uso del verbo tripaliare se difundió por todo el Imperio Romano y laborare pasó a nuestro idioma como labrar para designar a los trabajos del campo, esencialmente arar la tierra y ahora nosotros podemos diferenciar muy bien a un labrador de un trabajador, aunque ya el labrador no use el arado y el trabajador no tenga la amenaza del diabólico tres palos. de acuerdo a los conceptos etmológicamente expresados podemos enmarcar al trabajo en el eje valorización versus desprecio del trabajo como se indica en el artículo denominado. "El concepto del trabajo y la teoría social crítica", página http://ddd.uab.es/pub/papers/02102862n68p141.pdf, en donde, su autor; José Antonio Noguera, de la Universidad Autónoma de Barcelona, define cuatro ejes teóricos para el estudio del concepto del trabajo.
1.-El eje valorización versus desprecio del trabajo:
Sin duda es éste el eje más tradicionalmente estudiado, de tal modo que se ha convertido en la perspectiva dominante en casi todos los estudios históricos sobre el concepto de trabajo.5 Este eje, como su propio nombre indica, se refiere a si el trabajo es dignificado y revestido de valor social y cultural positivo o. El eje valorización versus desprecio del trabajo constituye ya, por tanto, un camino muy trillado y tradicional para estudiar el concepto de trabajo. Además, tomar este eje como central en tal estudio conduce con frecuencia a no discriminar suficientemente entre los diferentes tipos de valoración o desprecio del trabajo que se pueden dar, y entre los diferentes motivos y filosofías que los impulsan (así, el liberalismo burgués y el socialismo suelen ser clasificados
en una misma categoría de «valorizadores» del trabajo, haciendo abstracción de todas sus diferencias al respecto). Se hace necesario por tanto buscar otros ejes teóricamente más relevantes para los objetivos propuestos. Concretamente, la adopción de otras tres dicotomías puede resultar fructífera. si, por el contrario, es despreciado como una actividad innoble; y esas dos posturas, la de valorización y la de desprecio, reflejan las visiones contrapuestas que dominaban, respectivamente, en las sociedades modernas y en las antiguas.
El grado extremo de valorización del trabajo podemos definirlo como
glorificación del mismo: glorificar el trabajo sería constituirlo en fuente de todo bien y de todo progreso humano; normalmente tal creencia viene acompañada de un canto retórico o poético que elogia las virtudes de todo tipo que acompañan a la actividad laboral en general. Ejemplos de glorificación del trabajo serían los discursos de algunos predicadores protestantes como Baxter o Wesley, que inspiraron la moderna «ética del trabajo» del capitalismo industrial, o las ideas al respecto de Benjamin Franklin, que la aplicaban a la perfección, o las de filósofos y humanistas renacentistas como Bacon y Buonarotti, moralistas victorianos como Thomas Carlyle, o novelistas como Conrad, Victor Hugo, Zola o Tolstoi.
2.-Concepto amplio versus concepto reducido del trabajo: para el concepto amplio, existe una recompensa intrínseca a la actividad laboral, no necesariamente consiste en una actividad pura instrumental, sino puede tener en ella misma su propio fin (autotélica), es decir como medio de solidaridad social o autorrealización personal, el concepto reducido solo considera recompensas extrínsecas (dínero, superviviencia, reconocimiento social etc.), el trabajop sólo es instrumental y no da lugar a autorrealización personal alguna.
El concepto amplio tiende a incorporar asílas tres dimensiones o racionalidades que pueden estar presentes en la acciónhumana: cognitivo-instrumental, práctico-moral y estético-expresiva. El conceptoreducido, por el contrario, sólo podría considerar el trabajo bien como acción instrumental destinada a la producción de valor de uso, bien como deber social o disciplina coercitiva; en ambos casos, el concepto reducido supone que el trabajo no puede dar lugar a ningún potencial de autonomía.
3.-Productivismo versus antiproductivismo en relación con el trabajo:
Un concepto de trabajo se inscribe, por tanto, en una óptica productivista
cuando se considera el trabajo y la producción, en sí mismos, como fines
compulsivos de la existencia humana, o cuando se toma un modelo «laboral»de acción como punto arquimédico de la existencia humana, o cuando se reduceel trabajo únicamente a la realización de actividades económicas valorablesen términos mercantiles; y sería antiproductivista cuando no realiza tales suposiciones.
Nótese, a este respecto, que no cabe confundir «producción» y «productivismo»: la producción material siempre será necesaria y básica para cualquiersociedad; el productivismo, la producción por la roducción sin importar los objetivos, la glorificación de la producción como tal, es un fenómeno culturaly social específico de una determinada etapa histórica.
4.- Centralidad versus no centralidad del trabajo
Por último, otro eje relevante es el que opone la «centralidad» a la «no centralidad» del trabajo. ¿Qué se quiere decir con la expresión centralidad? No sehabla aquí de centralidad del trabajo en el sentido obvio o trivial de que el trabajo es necesario para la supervivencia, sino en el sentido, menos evidente, de centralidad social y cultural: ésta tiene que ver con hasta qué punto constituye el trabajo una instancia básica que estructura las instituciones sociales y la vida de los individuos. Hay que distinguir claramente, entonces, entre la necesidad material del trabajo y su centralidad social y cultural. El trabajo siempre será
«central» en cuanto necesidad material para la subsistencia del género humano; en este sentido, hablar de «centralidad» del trabajo no es más que una perogrullada. Y a este respecto cabe recordar el famoso pasaje de Marx en una de sus cartas a Kugelmann: «Cualquier niño sabe que toda nación se derrumbaría si cesara el trabajo, no digo durante un año, sino aunque no fuese más que durantealgunas semanas».

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